Las sabanas víctimas de sueños atrevidos que intentan sofocar las ganas de sentir, letras derramadas en el piso de historias pasadas, sentimientos que vuelan estrellándose contra la pared despertando la melancolía.
Es una noche diferente, ya no viene aquella soledad abrumadora que me asfixiaba y provocaba dolor.
Es una noche larga, callada pero sin tristeza… ya no extraño nada, mi memoria está en huelga, se cansó de tanto trabajar y me abandono.
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